Los niños del Isidoro Andrés están preparando un lapbook sobre Castellón, y se van a ir de excursión a recorrer el centro de la ciudad para visitar los edificios y monumentos más importantes. Así que decidieron enseñarmelos y cuando llegaron a uno con mucho colores les pedí que me contaran más cosas sobre él.
Me explicaron que no es exactamente un monumento, sino una fuente, LES CORDELIERS. Fue realizada por un artista de esta tierra, JUAN RIPOLLÉS, en honor al Filaor y al Menaoret (personas que trabajaban el cáñamo hasta convertirlo en cuerda) Es una fuente que llama mucho la atención, pero mejor os la enseño que seguro que entendéis por qué.
Después de contarme la historia de esta fuente, le preguntaron a la seño, Miren, si podíamos pintar también nuestras manos de colores. En seguida dijo que si y en menos de cinco minutos ya estábamos metidos en faena. Unos platos con pintura y teníamos muy claro que lo primero que debíamos pintar era un gran palo azul con un círculo encima.
A continuación cada peque escogió el color de su brazo y se pintó la mano de colores. Se lo han pasado bomba y yo los vigilaba para que no se manchara ninguno.
De pronto, antes de que me diera cuenta, me pusieron una camiseta de pintar para que no me ensuciara, jejeje y me encantó verme tan apañada..
Finalmente recortaron su particular versión de la fuente y
la pegaron en un rincón de la clase.
la pegaron en un rincón de la clase.
Que lindo ver a los pequeñines luciéndose con sus creaciones, empezando con el palo azul tan sencillo y terminando con una obra para enorgullecer a sus padres!
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